Hoy queremos hablaros de una realidad que nos encontramos en las clases de repaso, la falta de concentración de buena parte de nuestro alumnado. Cuantas veces les llamamos la atención cuando les descubrimos pensando en las musarañas. ¡Juan que te despistas! María a lo tuyo… y claro sin atención continuada es complicado que haya aprendizaje.

Somos conscientes de la sobre carga que tienen muchos de nuestros estudiantes. La desmotivación es otro factor, el aburrimiento, la falta de comprensión…Vivimos además en una sociedad sobre estimulada que nos hace cambiar el foco de atención cada pocos segundos y claro nos hemos acostumbrado y no es siempre fácil estar atentos.

Como academia hay cosas que no podemos cambiar. Ya nos gustaría, ideas nos sobran ;), pero no elegimos ni el material didáctico, ni la cantidad de tareas, ni la forma de evaluación. Sin embargo si que podemos tomar partida en algunas otras.  Hoy compartimos con vosotros un ejercicio muy sencillo para que los peques tomen conciencia de su falta de concentración. Es el primer paso.

La focalización se trabaja. No nacemos sabiendo, de hecho no hay más que observar a un niño pequeño que cambia de juego cada pocos minutos. Todo le llama la atención y su mente va dando saltitos como si de una rana se tratase. Es posible que tus hijos no sean conscientes de que no se concentran así que enfadarse porque están en Marte o en Saturno, no sirve de mucho. Entonces, ¿qué tengo que hacer? te preguntarás. Lo primero, ayudarles a tomar consciencia y empatizar con ellos. Con este sencillo ejercicio podrán observar la cantidad de tiempo que realmente están perdiendo. Lo llamamos, los palitos. Cuando se pongan con los deberes deberán anotar un palito cada vez que den cuenta de que se han desconcentrado y estén pensando en otra cosa. Hazles notar que a veces incluso van a tardar tiempo en darse cuenta que su mente se fue a otro pensamiento que nada tiene que ver con los deberes. Recálcales que no les sucede nada extraño,  la mente es así para todos y deben aprender a manejarla, está un poco turuleta. La idea es ir agrupando los palitos de cinco en cinco. En una hora tal vez pongan unos 20 pero no les vamos a reñir, la cantidad de palitos es indiferente. Estaremos contentos porque han tomado conciencia de cómo funcionan los pensamientos. Solo recalcaremos la cantidad de veces que se han despistado y han interrumpido el proceso de aprendizaje por no hablar del tiempo perdido que se fue divagando. ¡Podían haber estado jugando! Esforzándose podrán mejorar esa concentración, lo que les ahorrará tiempo y serán más eficientes en sus tareas. Cada  día tendrán que seguir prestando atención en intervalos de una hora y el objetivo será reducir esos palitos y lo harán. Nosotros les haremos notar nuestra  gran alegría. =)

Ser conscientes de la mente rana (así la llaman en mindfulness) es un paso muy importante pero no es la solución definitiva. En la falta de concentración intervienen muchos factores. Otro día os hablaremos de cómo podéis motivar a vuestros hijos, cómo combatir el aburrimiento y otros ejercicios para trabajar la atención.

Esperamos que pongáis en práctica nuestro juego y nos contéis qué tal ha ido.

Más información sobre la concentración aquí.

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