Cada año miles de estudiantes se preparan a un distinguido grupo de sabios para preparar el examen de Filosofía. ¿Por qué se escoge a los mismos habiendo otros en el banquillo a la espera de tener su oportunidad?

“Tienes que estudiarte Platón, el año anterior también salió”. Muchas veces escuchamos esta frase, y otras parecidas, alrededor de las aulas mientras los alumnos esperan la llegada de la Selectividad. Cada año tienen que estudiar las obras de un reducido sector de filósofos porque, para el examen final que les catapultará a los estudios superiores, tendrán que explicar las ideas de uno de ellos. Pero las preguntas que se hace la mayoría son ¿qué tienen de especiales estos autores/as? ¿qué otros/as pensadores son candidatos a entrar en el “Dream Team” tan selecto?


Platón

“Es el mayor culpable del temario de filosofía”, argumentaba el profesor Eduardo Infante. La filosofía occidental tiene su base en la filosofía griega y más concretamente en la platónica. El catálogo de los amplios temas que abarca esta asignatura los inventó Platón, con el permiso de su maestro Sócrates, y la inestimable colaboración de su discípulo, Aristóteles. Esta tríada sentó las bases del inmenso edificio histórico del pensamiento, aunque fue Platón el iniciador de toda esta obra.


Es posible que sea uno de los autores más queridos y a la vez el menos respetado de todo el temario porque ¿quién puede creerse un relato sobre la existencia de un Mundo de las Ideas y una caverna mitificada? Ni nosotros somos tan incrédulos ni Platón tan iluso como para no saber que ese Mundo de Ideas nos acerca y aleja, a su vez, de la idea de la perfección.


Aristóteles

Lo más destacado es su relación con el mundo científico pues, como destacó el catedrático Eduardo Infante “solo desde sus ojos podremos comprender cómo veían el universo los hombres anteriores a Newton”. Con él llega la primera gran
filosofía de la naturaleza basada en la experiencia (algo que boicoteaban los autores anteriores) centrada en la realidad más que en los problemas filosóficos habituales.

Su ética sigue vigente en la actualidad, como cuándo nos preguntamos ¿cuál es la mejor forma de vida?


Santo Tomás de Aquino

Es el mayor representante del movimiento escolástico. Sintetiza el pensar de la filosofía y la teología juntas, una consideración abocada al fracaso de la Historia de la Filosofía al intentar demostrar todo lo que cree de manera racional.


Descartes

Si cada uno tuviera una frase con la que etiquetarse está claro que la de René Descartes sería “El primer gran filósofo moderno”. Sin su “Cogito Ergo Sum” todavía estaríamos a día de hoy pensando (válgame la paradoja), que el ser humano
no cumple ningún tipo de función en cómo entiende y percibe el mundo.

Su escepticismo transitorio para alcanzar la verdad puede ser una solución a las Fake News de la actualidad.


Kant

Este filósofo alemán es una de las figuras más importantes del movimiento ilustrado europeo, la profundidad de su pensamiento rara vez ha sido alcanzado o sobrepasado por otros autores. Y por ello probablemente Kant sea el autor más detestado de todas las aulas de este país. Es el hueso duro de roer en el bachillerato y el que no tendría que tocarte en el examen. Se le tacha de aburrido y difícil, y resulta que Kant es el padre de la posibilidad de crear una moral autónoma, de entender lo que está bien y lo que está mal desde nosotros mismos y no desde códigos morales.


Nietzsche

Pensador alemán del siglo XIX y, junto con Kant, otro hueso duro de roer, pero, según las estadísticas “más ligero que Immanuel Kant”, “más comestible”. Friedrich N. rompe con toda la tradición filosófica anterior y sienta las bases de una nueva forma de hacer filosofía. Su pensamiento explica el derrumbe cultural occidental y la crisis de valores impuesta desde el principio de los filósofos (Con Nietzsche no se salva ni el apuntador). Es un autor revolucionario y el primero que explicó que todo lo que hay y conocemos no es más que perspectiva, y que tanto los seres humanos razonables como los intuitivos tienen que hacerse responsables de sus capacidades para divertirse y convertirse de este modo en Superhombres.

Ortega y Gasset

Único filósofo español que aparece en este examen. Es el responsable de introducir corrientes de pensamientos llegados de Alemania como el neokantismo. Su rebelión de las masas nos puede explicar la era de los influencers y de YouTube.


Simone de Beauvoir

Única autora femenina que nos encontramos en este listado de testosterona, y no ocurre en todas las comunidades autónomas, pero aquí en la Comunitat Valenciana, sí. Una no nace, sino que se convierte en mujer; con esta idea Simone de Beauvoir inauguró la forma moderna de comprender la problemática femenina. La empresa radical fue mostrar que las características humanas consideradas femeninas son adquiridas en vez de derivarse “naturalmente” de su biología. A 73 años de su publicación, todavía se sigue librando esta batalla.


¿Quiénes faltarían en esta lista?

Explicados los méritos de estos titulares de la plantilla de Selectividad, tocaría pensar en otros fichajes. Depende a que filósofo/a le preguntes te dirán uno/a u otro/a. Estos podrían ser: Michael Focault, Jean-Paul Sartre, entre otros… Son todos los que están, pero no están todos los que son.

La Historia de la Filosofía en bachillerato tiene que estudiar a los más grandes pensadores, pero resulta incomprensible que entre la lista no se encuentren más filósofas como: Hannah Arendt, María Zambrano, Clara Campoamor, etc. O que no haya filósofos/as orientales destacados/as.

¿Por qué la Historia Universal ha destacado a pensadores occidentales?, ¿Se podría entender la filosofía de ahora sin
las obras de Simone de Beauvoir? ¿Dónde queda el pensamiento oriental?

Las respuestas las dejamos a vuestra reflexión 😉

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